12.10.05
Sin mucho para decir
(La foto es intencionadamente pequeña)
Por si alguien está desinformado: http://www.clarin.com/diario/2005/10/12/sociedad/s-04415.htm
11.10.05
Palmera
La palmera redentora lo sostiene. Está presente el sol, agradable pero tan moderno como para destruirle la piel. Por eso la gorra, caribeña la gorra.
En las playas, los burgueses se visten de campesinos, y se ven bien.
El trabajo arduo y desesperado tendrá un final. El caos siempre precede a la calma, a la nada. Y será un día entero, tal vez dos. Serán horas extensas hasta despertar. Y al abrir los ojos descubrirá que la palmera es un árbol pintado, manchado por las manos urbanas, que la traspiración desprende el hedor salado de las gotas que han recorrido un largo camino desde el cuero de la cabeza hasta los labios suspendidos en un grito asfixiado, que el sonido de la marea se ha convertido en una bocina asesina. Y tendrá que volver a la vigilia dolorosa, a buscar más y a llegar hasta lo más bajo para encontrarlo. Y con el veneno en las manos, sufrirá esa emoción incómoda que sienten los que sólo quieren dormir, los que sólo pretenden descansar recostados en una palmera.
En las playas, los burgueses se visten de campesinos, y se ven bien.
El trabajo arduo y desesperado tendrá un final. El caos siempre precede a la calma, a la nada. Y será un día entero, tal vez dos. Serán horas extensas hasta despertar. Y al abrir los ojos descubrirá que la palmera es un árbol pintado, manchado por las manos urbanas, que la traspiración desprende el hedor salado de las gotas que han recorrido un largo camino desde el cuero de la cabeza hasta los labios suspendidos en un grito asfixiado, que el sonido de la marea se ha convertido en una bocina asesina. Y tendrá que volver a la vigilia dolorosa, a buscar más y a llegar hasta lo más bajo para encontrarlo. Y con el veneno en las manos, sufrirá esa emoción incómoda que sienten los que sólo quieren dormir, los que sólo pretenden descansar recostados en una palmera.
Hundido
La soledad puede tener varios aromas, dependientes del día, del momento; pero sólo puede tener una cara: la del vacío, la del hundimiento. Pero hay silencio. Apenas el ruido leve del céfiro que, tras las persianas cerradas, vive mientras la existencia transcurre, se infiltra entre las cosas, cruje a cada paso.
El humo de pronto toma vida, es tangible, por que la soledad nos provoca, nos incita a mirar, a convivir con los elementos. No hay bomba, no hay explosiones, ni gritos. El hundimiento es pausado, secreto, hasta placentero.
Sólo sobresalen las huellas en mi brazo, soy como un espía que se espía a sí mismo, que se descubre en la ciénaga, en una caída pantanosa. Y me hundo.
Y nos hundimos. Los inocentes se quiebran por las mentiras. Los culpables se alejan en el love boat. Las banderas se manchan, se llenan del barro ensangrantado. Pero no hay dolor, sólo hay hundimiento. Y nos seguimos hundiendo. Y las canciones ya son todas iguales, sólo son ruidos en la selva callada.
Y mueren 300, o muere uno, o muero yo. Hundido. Bajo el agua los rostros son aún menos amigables.