26.8.05
Mayonesa
Abrío la heladera y encontró la vacuidad habitual; suspiró con falso desconsuelo, como si se tratase de algo sorpresivo. Hacía varios días de la última vez que se había topado con un poco de jamón, con una botella de leche. Esa noche, como todas, descansaba solitario en un cabinete tras la puerta un envase de mayonesa, consumido hasta la mitad, sobreviviente sólo por la carencia de pan o algo con lo que hacer una combinación veloz. Cenó entonces cuatro cucharadas grandes de mayonesa, hasta que se asqueó y un ácido malestar le recorrió
el estómago, hasta la garganta. Tiró la cuchara entre los millones de platos sucios y amontonados, cerró con giros raudos la tapa del envase y lo guardó en el mismo lugar en el que estaba antes, apenas unos centímetros hacia la derecha, donde aplastó un diminuto sobre de ketchup de restautante de comida rápida vacío y pegajoso. En el baño, se agachó hasta besar la canilla, abrió el grifo y tragó agua por unos minutos a modo de postre. Simuló no sentir más sed, tampoco hambre, y volvió al estudio. Un foco explotó cuando encendió un velador que solía apagar con constancia sólo para ver menos polvo. Se conformó con la poca luz que le llegaba del otro velador, el gemelo del muerto, se puso sus anteojos y siguió escribiendo.
el estómago, hasta la garganta. Tiró la cuchara entre los millones de platos sucios y amontonados, cerró con giros raudos la tapa del envase y lo guardó en el mismo lugar en el que estaba antes, apenas unos centímetros hacia la derecha, donde aplastó un diminuto sobre de ketchup de restautante de comida rápida vacío y pegajoso. En el baño, se agachó hasta besar la canilla, abrió el grifo y tragó agua por unos minutos a modo de postre. Simuló no sentir más sed, tampoco hambre, y volvió al estudio. Un foco explotó cuando encendió un velador que solía apagar con constancia sólo para ver menos polvo. Se conformó con la poca luz que le llegaba del otro velador, el gemelo del muerto, se puso sus anteojos y siguió escribiendo.
Comments:
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Amigo, te cuento que me estoy por ir a vivir sola! Y si no fuera porque no me gusta la mayonesa, sentiría que estoy frente al espejo de Galadriel o el oráculo de Delphos!
As usual, admirable tu prosa, Parra.
As usual, admirable tu prosa, Parra.
jaja tranca Aldi, la solución para evitar el problema es asistir periódicamente al supermercado, ahora, si te olvidas una semana, fuiste... cenarás mayonesa empalagosa.
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